(Amanda Teillery)
La niña que quería ser Dios
Moría por una probada de infinito
Moría por una probada
de lo que la vida real debía ser
Y la pantalla del televisor la encandilaba
brillaban sueños y promesas vacías
y la niña que quería ser Dios pensaba
que aquella debía ser la felicidad.
La niña que quería ser Dios
quería más que juventud,
quería más que los años vacíos
de actuar con imprudencia,
pensaba que debía haber algo más
más que su adolescencia malgastada
más que su adolescencia malgastada
Quería eternidad.
Quería lo que jamás obtendría.
Quería lo que jamás obtendría.
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