jueves, 19 de junio de 2014

Por Amaya Samper



Después de saber que existías me sentí mal por haberte pintado un pedazo de nariz. 
Pero eres tan mala cuando hablas de ti misma que si los masificados no se hubieran aterrado al ver hundirse la playa, yo te habría pintado la cara entera; no un pedazo de nariz como lo hice hoy por compasión.
Quería avisarte que dejé las pinturas en la puerta de la logia, y no las escondo porque, a veces, prefiero que te sientas amenazada. Te quiero

No hay comentarios:

Publicar un comentario